Problemas de los niños en vacaciones: "Aún no habíamos salido de España cuando mi hija empezó a vomitar en el maletero del coche"

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A pesar de unas vacaciones bien planificadas, las maletas bien preparadas y un itinerario bien definido, los imprevistos pueden convertir las vacaciones familiares en... una pesadilla. Unos padres nos cuentan sus peores experiencias vacacionales de la infancia. En este episodio, Muriel, de 56 años, profesora de música en Gradignan (Gironda), relata su experiencia en las carreteras de España, cuando ella, su marido y sus tres hijos se encontraron atrapados en un hotel perdido en medio de la nada, con el coche averiado.

Tenía 37 años cuando fui de vacaciones a Benalmádena, un pueblo español de la Costa del Sol. Cinco de nosotros partimos en coche desde Gradignan, un pequeño pueblo del suroeste donde mi marido y yo criábamos a nuestras tres hijas: Marianne, Mayi y Marine Louison. Nos esperaba un viaje de diez horas antes de una parada de unos días en Mazarrón, a medio camino de nuestro destino final.

Al sur de Madrid, en pleno desierto y tras siete horas de viaje, nuestro Citroën C5 se para y no arranca. Dentro, el aire acondicionado sigue funcionando, un último aliento de ilusorio confort.